
En el siglo XIX, la isla de Ceilán era un enclave ignoto y perdido en las aguas del Océano Índico. Tierra de cultivos y paisajes asombrosos, solo las élites ligadas a las autoridades inglesas de la isla podían acceder a la educación y salud de calidad. Hasta que la mano de Charles de Soysa cambió el curso de las cosas.
El 3 de marzo de 1836, nacía en el seno de la familia De Soysa un niño al que sus padres,Jeronis y Francesca de Soysa, llamaron Charles. Este pequeño, único hijo del matrimonio, creció rodeado del cariño y de las comodidades que la profesión de médico de Jerome podía brindarle a la familia. El carácter pacífico y bondadoso de Charles, así como su notable inteligencia, pronto se hicieron notar y se convirtieron en el rasgo más destacado de su personalidad. Por su parte, el jóven que crecía sin preocupaciones, supo aprovechar los recursos económicos y su tiempo, para educarse y formarse como una persona de bien, acrecentando en ello, su personalidad anclada en la benevolencia y el altruismo.
A su alrededor, en una isla rodeada por el esplendor de las aguas del Océano Índico, la abrumadora pobreza de la gente en el siglo XIX era la dura contracara. La falta de posibilidades para acceder a una educación de calidad ,para crecer, desarrollarse y prosperar de la mayoría, eran la norma, no solo en Colombo,la capital de la isla ,sino en todo Ceilán . Esta situación, marcada por las grandes desigualdades entre los lugareños y su familia, lejos de hacer de él una persona engreída, conmovía su corazón sensible. La pobreza de los suyos no le era indiferente y desde entonces, temprano en la vida, floreció en él un sueño, un anhelo : el de cambiar el destino de los suyos, dentro de lo que le permitieran sus posibilidades.
Y las posibilidades para Charles De Soysa llegaron bien alto, bien lejos. Jeronis , su padre, fue la gran inspiración de su inteligente hijo, y quien le marcó desde sus años tempranos, el rumbo en la vida. Además de médico ayurvédico, Jeronis De Soysa tenía talento y ojo para los negocios y guió a su hijo por el mismo camino. Como dueño de la empresa comercial nativa más grande de su época, Jeronis instruyó a su Charles en las artes del comercio y éste lo superó con creces. En 1863, ya casado con Catherine (1845-1914) , Charles se convirtió en padre de 7 varones y 8 mujeres, y la prosperidad que alcanzó en sus negocios, lo convirtieron en el hombre más rico de todo Ceilán y más allá de las fronteras de la isla .
Un gran impulsor del comercio y de la industria de Ceilán
De Soysa inició en la isla de Ceilán el cultivo del té. Sus campos y cultivos florecieron, iniciando así una trayectoria comercial que hasta entonces, era exclusiva de los europeos. Cuando en 1869 se desencadenó la crisis del café-una plantación por aquel entonces muy extendida en todo Ceilán- , muchos plantadores de nacionalidad europea debieron regresar a sus países de origen, pero la situación, aunque difícil, no logró hundir la economía de De Soysa. Como alternativa, tuvo la idea de plantar té en las antiguas plantaciones de café y esto, una vez más, resultó una estrategia exitosa. El té que se producía en sus campos, un producto central para Occidente, alcanzó precios récord en todas las subastas.
Como filántropo, supo dejar una fuerte huella entre los suyos . En el campo de la salud, logró bajar en Ceilán la abrumadora tasa de mortalidad infantil en aquellos días. Lo hizo creando un grupo de asistencia para las mujeres que iban a dar a luz, formado por parteras cingalesas altamente cualificadas. Más tarde, con sus fondos, donaría una maternidad que funcionó en las instalaciones de su antigua residencia de infancia. Además, llevó adelante el proyecto de la primera Facultad de Medicina de Ceilán, cuya construcción edilicia fue financiada por su tío Mudliyar Susew de Soysa y él mismo . Obra que comenzó a funcionar el 9 de diciembre de 1879, junto con la Maternidad de Ceilán.
En el campo educativo, fue mentor de una red de escuelas de educación gratuita con un sistema de becas que fundó en su ciudad de origen: los Colegios Príncipe y Princesa de Gales. De Soysa destinó a este proyecto la ya entonces abrumadora cifra de 300.000 rupias, una fortuna tan solo para la construcción de los edificios, levantados a orillas de la laguna de Lunawa en un predio monumental de 6 hectáreas. La escuela, de orientación laica fue un ámbito de formación de excelencia para estudiantes de ambos sexos y de todos los niveles sociales. Las clases en la destacada institución eran impartidas tanto en cingalés, la lengua que hablaban las masas y el inglés, idioma de las élites dominantes.
En una ceremonia solemne, la apertura de la casa de estudios estuvo a cargo de Sir William Gregory, un 14 de septiembre del año 1876. Ese mismo día, el gobernador inglés de Ceilán inauguraba el Colegio de San Juan de Panadura y la Iglesia de San Juan, obras de su tío Mudliyar Susew de Soysa. Pero, sin lugar a dudas, el verdadero hito en el campo educativo de Charles De Soysa, fue el Colegio Princess of Wales’ College , una institución que se alzó como el primer gran, ambicioso -y exitoso- intento de impartir educación laica a las niñas y jovencitas de Ceilán.